Lendo a edición dixital de El Correo Gallego pareime a ler unha nova curiosa e sorprendente que se titula "Vivir como un cura" na que se extrae que os sacerdotes son os máis lonxevos do planeta durando ata os 80 anos e se fan carreira ata os 85. Quizáis as súas plegarias e rezos diarios surten efecto e reciben axuda diviña de Deus todopoderoso para poder estar na faz da terra máis tempo que o resto dos mortais... O meu modo de ver a nova debe ter bastante razón pois se vos achegades ó Casco Antigo de Santiago de Compostela será moi raro que non vexades algún cura de unha idade bastante avanzada saindo dalgun templo ou ben paseando por esas fermosas rúas da cidade Compostelana. Polo tanto, xa sabedes, se queredes durar máis anos, se elexides esta vocación relixiosa seguramente teredes máis opcións de chegar a unha idade avanzada, ou eso é o que din os estudos...
Deixovos a nova enteira para que lle votedes unha ollada a este estudio:
Vivir como un cura: los sacerdotes son los más longevos del planeta
Duran hasta los 80 años, y si hacen carrera sobrepasan los 85 ·· Ángel Cárcoba, sociólogo y sindicalista de CCOO, indica que dentro de una misma empresa "un obrero puede vivir 12 años menos que un directivo"
PATRICIA HERMIDA • FERROL
Con el bautismo, la tradición católica libra a los infantes del limbo. Pero a finales del siglo XIX, todos los niños españoles conocían el infierno: trabajaban doce horas diarias, de lunes a domingo, envueltos en el hollín de las minas o fregando los suelos de los ricos. En 1870, la esperanza de vida no llegaba hasta los 30 años. Aquellos datos decimonónicos producen escalofríos en pleno siglo XXI. Pero todavía hay clases, y la crisis económica afecta más a unos sectores que a otros. Según indica el sociólogo y sindicalista de CCOO, Ángel Cárcoba, "los curas gozan de la mayor esperanza de vida, llegan a los 80 años y si hacen carrera pasan de los 85".
A través de la impactante conferencia Crisis y desigualdad social, trasladada ayer a las XII Xornadas sobre Condicións de Traballo e Saúde, Cárcoba revela la cara más terrible del mundo occidental. Los efectos nocivos de una debacle económica que no golpea a todos por igual. Según estudios de universidades de EEUU y Europa Occidental, "esta crisis conduce a millones de trabajadores a perder su capacidad de control sobre los procesos vitales, a desconocer qué pasará mañana". Se incrementan las epidemias sanitarias: "Las sociedades que experimentan el aumento de un millón de parados tendrán 50.000 muertes más de las esperadas por causas generales, 167.000 decesos por causas cardiovasculares y 63.000 ingresos a mayores en los psiquiátricos".
En Europa, 300.000 personas sin empleo fallecen al año por enfermedades de origen laboral. A través de su participación en las jornadas celebradas en Ferrol por la Asociación de Graduados Sociales, Ángel Cárcoba incide en una pirámide de la vida nada igualitaria. "Dentro de una misma empresa, el ejecutivo tiene una esperanza de vida 12 años mayor que la del obrero", sentencia partiendo de informes como el del célebre Robert Brenner. ¿Los de vida más tranquila y prolongada? Aquellos que certifican empíricamente el siguiente dicho: "Vives mejor que un cura". Como indica Cárcoba, "está documentado que los obispos, clérigos y científicos son los más longevos". En el otro lado de la balanza: los mineros, electricistas y radiólogos "enferman más y mueren antes".
¿Qué pócima mágica se cuece en las casas de los párrocos? ¿Viven en un locus amoenus, alejados del mundanal ruido y de los peligros carnales? Los sacerdotes llegan a una media de 80 años, y si hacen carrera como obispos pueden superar los 85. Cárcoba avala científicamente que "las 32 mayores causas de mortalidad afectan más a pobres que a ricos". La tasa de mortalidad en hombres mayores de 50 años se triplica entre peones o trabajadores en paro, respecto a profesionales liberales. Y también se duplica entre los obreros el riesgo de morir de cáncer.
Cualquier gran ciudad cuenta con sus Millas de Oro de la salud. "Un vecino de Vallecas con ingresos de 8.000 euros anuales vivirá 76 años, y la esperanza de vida de un residente en el barrio de Salamanca llega a los 83 años". ¿Qué maldición cae únicamente sobre los ricos? La hoguera de las vanidades. El cáncer de piel se da sobre todo "entre los que se broncean excesivamente en países tropicales". Un Paraíso ajeno a la gran mayoría.
phermida@elcorreogallego.es
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